CORRESPONDENCE

Atención

Hola Michael,
Tal como lo mencionaste, la atención fue un tema que se trabajó mucho, y se sigue trabajando, aunque a menudo es un tema implícito más que explícito. Donde puedes encontrar referencias respecto a este tema, es en “Notas de Sicología” (Obras Completas), aunque no sólo ahí. En algunos casos se lo estudia desde los niveles de consciencia, apercepción y reversibilidad. También puedes encontrar un enfoque más poético en “La Mirada Interna”.
Creo que es legítimo decir que desde cierto punto de vista todo lo propuesto por Silo está ligado a la atención. Acaso es una afirmación excesiva? Probablemente es una mirada inusual. Pero creo que lo puedo justificar con una anécdota. Y como tu pregunta surgió a partir de anécdotas, quizás podemos seguir en esa vía.
Antes que nada, deja decirte que es una anécdota, y que no la vas a encontrar en las Obras Completas de Silo. Lo tengo guardado en mi memoria (que desgraciadamente no es perfecta). Quizás otros puedan acordarse de esta u otra conversación similar.
Un día Silo nos dijo algo así como: algunos años atrás les expliqué a nuestros amigos que podría ser de utilidad y que debieran trabajar con la atención. Luego observé que cuando trataban de hacer esto, se tensaban. Al decir esto lo iba mostrando, primero apretando el puño y luego tensando todo el cuerpo hasta que temblara. Al hacerlo de este modo todos los presentes entendieron a que se refería, ya que estaban familiarizados con los diferentes ejercicios atencionales que se trabajaban en ese momento. El ejercicio mas conocido era llamado ADMI (Atiendo, Divido, Manejo e Incorporo). Había distintas formas de practicar estos pasos. Una de estas formas de Atención dividida, era atender a la sensación de tu mano y a lo que estabas haciendo (mirando, escuchando, etc). Sin embargo, cuando lo intentas, te darás cuenta que rápidamente pierdes ese foco y tiendes a tensar tu mano y luego eventualmente tu brazo también, y luego….bueno, ya lo puedes imaginar.
Después de terminar de reírnos, siguió diciendo algo así como: “Al verlos tan tensos, sugerí que aprendieran a relajarse ( y de hecho habíamos trabajado mucho tiempo, los últimos años en este tema, tal como aparece en Auto-Liberación). Y cuando empezaron a relajarse aparecieron todo tipo de climas profundos.” Una vez más estos dichos fueron acompañados por gestos divertidos, en que se veía esta vez a alguien relajado, pero completamente tomado por sus climas.
Una vez más siguió explicando: “ al ver que estaban tomados por todos estos climas y ruidos, sugerí que pusieran cierto orden en estos contenidos, de manera que pudieran estar en silencio internamente…”, y concluyó: “Hmmmm, imaginen todo esto sólo para poder poner atención.”
Fue una de estas típicas conversaciones divertidas con Silo, pero pienso que había mucha verdad en lo que él decía. En parte esta enseñanza hablaba de la importancia de estar atento, pero también se hablaba de las dificultades técnicas para encontrar el enfoque correcto a la atención. Algunos años más tarde sugirió que el mejor enfoque era de tratar simplemente de estar en tema, cualquiera sea ese tema. Entonces si estás en una conversación, estar 100% en esa conversación y si haces algún calculo abstracto, estar en eso y no en la conversación que tuviste anteriormente, o lo que vas a cenar en la noche.
Si se me ocurre otra cosa que agregarle, te lo haré saber, pero por ahora te mando este chiste en vez de otra anécdota. Es una historia particular y quizás un poco absurda, pero se la encuentra en diferentes versiones según las regiones y las tradiciones. Tu decidirás si es divertida o no.
Aquí te la cuento:
Un día Silo estaba sentado un poco mas arriba de donde había construido la ermita de piedras. Estaba sentado observando allá abajo el río caudaloso, ya que en primavera éste recibía las aguas de las nieves derretidas. Mientras estaba sentado, contemplando esta escena, vio a un hombre subiendo hacia él; era evidente que había venido a ver a este sabio que estaba en su refugio, y al no encontrarlo ahí, buscó en los alrededores, y finalmente lo encontró sentado con las piernas colgando en ese saliente algo más arriba. Un rato más tarde, la cabeza del visitante apareció justo debajo de donde el maestro estaba esperándolo. “Maestro, viajé desde muy lejos y me costó mucho, y tuve muchas dificultades para llegar aquí y hacerte esta pregunta…” Cuando inspiró para darle rienda suelta a su pregunta, Silo lo interrumpió: “Atención! “ “No, no,” dijo el visitante, “deja explicar…” Una vez más el maestro lo interrumpió: “Atención!, atención!”. “Mira”, empezó el visitante que ahora estaba un tanto frustrado, “ no pareces entender, mi pregunta es muy importante, por lo menos para mí, tuve un viaje muy largo y no fue nada fácil….” Atención. Atención!, Atención!, llegó la respuesta ya conocida. “Está bien, ok, que diablos es la atención!”, gritó nuestro amigo ya medio irritado. Justo en ese momento el saliente sobre el cual estaba parado se vino abajo y mientras se caía, escuchó: “Atención es atención”